lunes, 9 de septiembre de 2013

LA VIDA ES UN BUFFET

Creo que estamos en un sistema tanto social como educativo que nos enseña mas en base a castigo y recompensa, que nos imponen sus propios estándares de “éxito” y que al final asi nos enseñan, basados en ello, pero solo es eso, una parte de nosotros mas no todo lo que nos componemos como seres humanos, pero al ser la parte más consiente que tenemos de nosotros y aparte es la area mas adoctrinada, es lógico que muchas de las cosas que “sufrimos”, “deseamos”, “queremos”, “despreciamos” estén pasadas y filtradas por esta parte de nosotros, el ego, el mental, la lógica.

A veces, es bueno frenarse, cuando uno va por la vida y sientes que vas por una carretera y se debe llegar a algún destino pero se esta tan metido en lo que dejamos cuando emprendimos ese camino o esquivando los baches y hoyos, que a veces perdemos la noción de hacia dónde vamos. A veces uno debe frenar, cuando ya no sabe ni a donde va o la cuestión de hacia dónde se dirige es muy fuerte, por que cuestionarse es parte de nuestra esencia y es muy importante para la creación de nuevas ideas. A veces cuando uno para y frena ese camino, se da un descanso, no piensa de donde vino, a donde va y tampoco en el mismo camino, a veces es cuando se encuentra la claridad de nuestros pensamientos.

Muchos, hemos llegado a frenarnos en nuestra vida en algún momento, algo no andaba bien y decidí darme ese momento, en ese momento yo entendí esto. La vida es como un bufete, de esos donde hay de todo para todos, degustar todos los sabores que te imaginas, una barra gigante de ensaladas, olores exquisitos por doquier, cada plano nuevo será una experiencia nueva, solo se espera poder tener capacidad para degustar todo lo que deseamos.

Algo asi como cuando eramos niños, cuando jugábamos y los problemas y regaños no nos importaban en demasía o cuando nunca nos fijábamos como vestían al compañerito o compañerita de a lado, como cuando lo mas importante era correr, jugar, ensuciarse, reir, pero aunque alguna vez, recordábamos como debía ser la vida, de pronto nos vimos sumergido en ese admirable bufete y sin darnos cuenta, estábamos comiendo migajas, sobras o lo que deseaban los demás que comiéramos. Se nos olvido voltear a ver ese pasillo mágico, lleno de posibilidades y nos dijeron que si íbamos ahí, era pecado, era el infierno, nos castigarían si íbamos o peor aun, que no existía, que era una invención de nosotros, entonces seguíamos comiendo esas sobras o esos platos que nos dijeron que debíamos comer, otros comían lo que podían y creían que era lo único que iba a llegar a degustar, pero realmente muy pocos comían de todas esas posibilidades que se abrían ante todos los comensales.

La situación es que, cuando se fue consciente de la existencia de ese lugar, de que podíamos levantarnos y probar, mas allá de las amenazas, de las programaciones y de los castigos, el beneficio de la duda entro, el mundo de las posibilidades emergió y lo mejor es que el beneficio de la duda ante lo que estábamos probando y comiendo, ese beneficio de la duda engendro una idea.

No hay nada peligroso, que una idea creciendo y emergiendo, peligroso para lo establecido, peligroso para lo programado.

La vida es un bufete y a veces no nos damos cuenta que hemos comido toda la vida lo que nos dijeron y que realmente no nos gusto, la vida es la carretera que vamos conduciendo, no lo que dejamos, no a donde vamos, es el pasaje que transitamos, la libertad de cambiar de rumbo, la libertad de decidir que degustar y nosotros mismos servirlo, es el verdadero significado aplicado del libre albedrío, a veces no se decide dejar de hacer lo que se hace pero se encuentra un propósito y significado más profundo o diferente del que hacíamos y eso hace que cambie nuestra realidad.

Continuara……